Texto que la
Asociación de Profesores de Alcalá propone que se lea en todos los
claustros que se van a celebrar estos días en los centros públicos.
Compañeros y compañeras:
No vamos a permitir que se nos arrincone. Que se lleve a nuestra educación a situaciones propias de los años setenta, anteriores al actual régimen democrático, tanto por la cantidad de alumnos por aula, como por el número de profesores y las condiciones objetivas de nuestro trabajo. Ni que se destruyan y pierdan las conquistas de estos treinta y cinco últimos años.
No vamos a permitir que se amontone a nuestros alumnos
como si fuera ganado, mientras hay miles de profesores despedidos y decenas de
profesores funcionarios sin asignar a sus puestos. Ni que se cambien
ilegalmente las condiciones de acceso a los mismos, con la contratación de
profesorado extranjero no habilitado ni sujeto a las mismas condiciones del
resto. Ni tampoco la injusta supresión del Bachillerato en
algunos de nuestros centros.
No vamos a permitir que se nos reduzca a meros
engranajes de una cadena embrutecedora.
No vamos a permitir que se nos exija a los profesores más y más horas hurtándonos las condiciones mínimas de preparación, coordinación y evaluación y reciclaje de nuestro trabajo, reduciéndolo a un mero acompañamiento y vigilancia de nuestros alumnos y no a una verdadera educación de los mismos.
No vamos a permitir que a profesores, padres y
estudiantes se nos niegue el derecho a ser parte viva del proceso de decisión
en las materias que nos atañen, vaciando los consejos escolares y otros órganos
de dirección y decisión que convierten la educación por y para la democracia en
papel mojado.
La Escuela Pública debe ocupar un lugar privilegiado
en los esfuerzos que la sociedad realiza por mejorarse colectiva e
individualmente.
El Gobierno de la Comunidad de Madrid y el Ministerio
de Educación engañan a los ciudadanos y a la comunidad educativa presentando lo
que son durísimos ataques a la educación como simples adaptaciones y reformas
en estos tiempos difíciles. Recordemos que estos tiempos no son igual de
difíciles para todos y que unos pocos se aprovechan del empobrecimiento de la
mayoría.
A las dificultades de todo tipo que atravesamos la mayoría de los ciudadanos no se le puede añadir el tener que contemplar cómo la educación y otros servicios básicos se degradan más y más cada día, privando a la sociedad del principal instrumento para armonizar sus relaciones sociales, para lograr la promoción individual sin que se pierda la solidaridad y para hacer cada vez mejores ciudadanos.
A las dificultades de todo tipo que atravesamos la mayoría de los ciudadanos no se le puede añadir el tener que contemplar cómo la educación y otros servicios básicos se degradan más y más cada día, privando a la sociedad del principal instrumento para armonizar sus relaciones sociales, para lograr la promoción individual sin que se pierda la solidaridad y para hacer cada vez mejores ciudadanos.
Por todo esto, seguiremos en pie contra todos los
enemigos de la enseñanza pública, en defensa de un modelo educativo justo y de
calidad; y pedimos a todos nuestros compañeros y al resto de la ciudadanía que
continúen apoyando nuestra justa lucha.
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