(Intervención final de la Relatora de la ONU por una vivienda adecuada que se reunió el pasado 1 de marzo en Barcelona con un centenar de personas afectadas por la hipoteca. Más información aquí en la página de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca)
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El Derecho a la Vivienda ha pasado de ser una política social a convertirse en un producto financiero. Bajo esta situación nos vimos con la primera pistola en la nuca. Con un discurso centrado en la lógica financiera y NO en la lógica del Derecho Humano a la Vivienda Adecuada, las múltiples opciones de vivienda que existían fueron cerrándose y la única opción que se dejaba era la compra individual. Esta situación no tiene nada que ver con el Derecho a la Vivienda, sino sólo con la especulación financiera.
La burbuja no fue una desviación del camino, sino la necesidad misma de valorización financiera de un producto financiero. En realidad ha sido armado por un capital financiero excedente internacional que necesitaba la apertura de nuevos campos donde meterse y sacar más interés y ganancia.
Se abandonó la vivienda como un derecho humano y se vendió por parte de los gobiernos; porque la responsabilidad no es del banco, es del gobierno. Abandonaron la idea de la vivienda como una política social y al estallar la burbuja quienes quedaron expuestos a los riesgos fueron las personas y no el sector financiero que se aprovechó del proceso de valorización de la burbuja inmobiliaria.
No es una cuestión individual, no es culpa de la gente que no pueda pagar. Es un problema colectivo, social y político de tod@s. Todo está rigurosamente definitivo y protegido por el Derecho Internacional, por el Derecho a una Vivienda Adecuada. Las políticas y las leyes del país que no respetan el Derecho Humano a una Vivienda Adecuada son ilegales desde el punto de vista de los derechos internacionales; por lo tanto, requieren una reforma radical y urgente.
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