Cristina
fue desahuciada en el mes de abril de la vivienda en Galápagos que
compró con su expareja. Los dos continuaron pagando su hipoteca con el
Banco Popular, hasta que su expareja dejó de abonar su parte de la cuota
y Cristina se vio haciendo frente, ella sola, a una letra de 1.000
euros, que se vio imposibilitada a pagar.
Pese a acudir a pedir y proponer soluciones a la entidad prácticamente a diario, Banco Popular no accedió a negociar con Cristina. Le reclama una deuda de 46.000 euros, sin contar los gastos judiciales, para una nómina que no llega a los 600 euros. El jueves acompañamos a Cristina a solicitar la condonación de su deuda.
Pese a acudir a pedir y proponer soluciones a la entidad prácticamente a diario, Banco Popular no accedió a negociar con Cristina. Le reclama una deuda de 46.000 euros, sin contar los gastos judiciales, para una nómina que no llega a los 600 euros. El jueves acompañamos a Cristina a solicitar la condonación de su deuda.
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